LA HISTORIA SE ESCRIBE EN LA PASARELA

La moda, dicen, ha ido evolucionando a medida que lo hacíamos nosotras, las mujeres, y por eso, a través de nuestra forma de vestir, se puede explicar parte de lo que ha ocurrido en las últimas décadas.

Por eso se vaticina que en las colecciones de otoño-invierno 2011-2012 se vivirá una vuelta a la sobriedad, a prendas perdurables, en el sentido de que no pasarán de moda tan deprisa como hasta ahora. (Según Ángel Schlesser.)

Dos piezas de Marc Jacobs (1998) características de la moda práctica que llega de EE.UU. El grunge en su vertiente más refinada seduce a firmas tan emblemáticas como Chanel, que lo presenta en su colección de 1997Fotos l'Estrop

Lo que caracteriza la moda de estos primeros años del milenio, coinciden los expertos, es una especie de mezcla en la que todo vale.

En el desfile primavera-verano 2010 de DSquared, la firma de los gemelos canadienses Dean y Dan Caten, se resume la moda de la última décadaFoto l'Estrop Pablo Latorre

Una conquista de la mujer ha sido, pues, su capacidad de elegir cómo vivir su vida. La de decidir cómo vestirse era una consecuencia.

La palabra customizar pasó a formar parte del lenguaje cotidiano, cada mujer utilizaba lo que le ofrecía el mercado a su manera, lo que fuera con tal de sentirse única y distinta. Tuvieron un papel clave diseñadores vanguardistas que creaban para una mujer para la que la ropa podía ser la máxima expresión de su individualidad, hasta el punto de reclamar la imperfección. Una costura ya no tenía que parecer impecable, una manga aparentemente fuera de lugar podía ser una obra de ingeniería que, al final, cumplía a rajatabla su función. El dobladillo podía llevarse deshilachado, y las costuras asomaban al exterior porque la forma no era lo que más importaba. Una vez más, lo que nació como un revulsivo se acabó imponiendo a todos los niveles de la moda, incluida la alta costura. Cada vez más la mujer busca algo que la diferencie del resto.

Tanga En este desfile de Jean Paul Gaultier (1998) aparecía por primera vez en una pasarela un tanga sobresaliendo del pantalón. Tardó unos años en imponerse. cintura baja en un conjunto de Antonio Pernas, 2003. Foto Archivo/ l'Estrop

Ahora la mujer se siente más segura en su nuevo rol y puede expresar mejor su personalidad a través del vestir, de ahí que ejerza su capacidad de elección y sea más atrevida.

Texto de aurora Segura, revista magazine